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Crónica de una gira inolvidable

EL pasado 8 de octubre, partía la coral del aeropuerto de Loiu con destino a la capital de Hungría, la ciudad de Budapest.

Euromúsica Producciones, ofertó hace dos años la posibilidad de cantar en la emblemática iglesia Matías de la capital húngara, y la coral aceptó, la fecha era abril de 2020. Estaba todo preparado y el 12 de marzo el coronavirus truncó las ilusiones de la gira.

Lo aplazamos para el mes de octubre, pero la pandemia seguía y fue imposible. Luego para abril del 2021, pero tampoco se pudo salir.

Y POR FIN el viernes 8 de octubre de un otoño soleado, se realizó nuestro sueño.

Dos vuelos nos separaban de la capital magiar y en apenas tres horas de vuelo real, sobre las 18:00 estábamos en el Hotel Korona. Tras la asignación de habitaciones, dimos un paseo para conocer la zona.

La jornada siguiente sábado 9 de octubre, comenzó con una visita panorámica de la ciudad, escuchando las explicaciones de la guía Zsófi, para más tarde ver el Bastión de Pescadores, un mirador con vistas al Danubio y a Pest, en cuya zona se encuentra la Iglesia Matías, donde a la tarde ofrecíamos el concierto.

Siempre dentro de BUDA, ya que, tal y como dice la historia Budapest se constituyó el 17 de noviembre de 1873, al unificarse las ciudades de Buda y Óbuda, en la orilla oeste del Danubio, y Pest, en la orilla este, de ahí su nombre: BUDAPEST.

El restaurante Bor la Bor fue nuestro punto de encuentro diario para comer.

Después del descanso del almuerzo, la tarde prometía y las mariposas revoloteaban por el estómago; a las 18:30 estábamos en la Iglesia Matías para iniciar un ensayo previo al concierto.

EL CONCIERTO.

Qué les vamos a contar que no sepan, que no perciban…nuestra coral transmite algo que se llama “sentimiento y emoción”.

Un coro de veinte personas, su pianista Edda Szabó, Gabriel su hijo (un joven violinista que promete) todo bajo la batuta de Maite Zugazaga, brindó un concierto que llegó al corazón del público asistente.

Público, entre los que se encontraban: la adjunta a la Embajada Española de Budapest, el director del Instituto Cervantes además de un guipuzcoano que se estremeció, escuchando los temas de Mikel Laboa. Asistieron además Ivon e Ivet Frontela, dos pianistas consagradas que también se emocionaron con nuestras voces. En fin, todo un éxito. Los coralistas satisfechos y felices de poder hacer realidad, algo que tanto tiempo había costado.

El Domingo 10 de octubre, lo dedicamos a disfrutar de la ciudad, con un final del día navegando por el Danubio.

Deleitados por una ciudad iluminada que brillaba con sus edificios más emblemáticos, los móviles quemaban de tantas fotografías que había que sacar, para no perder nada para el recuerdo.

El lunes 11 de octubre, continuamos conociendo más rincones de Budapest, visita matutina al Parlamento, Cámara Alta, Cámara baja, y la corona de San Esteban primer rey de Hungría, custodiada por dos esbeltos militares, cuyo cambio de guardia presenciamos. La jornada terminó con una cena despedida con orquesta de “cámara” y bailes regionales.

El martes 12 de octubre, no podíamos regresar sin admirar la Sinagoga, la segunda más grande del mundo. Antes de terminar la visita, ofrecimos las 16 voces que fuimos, la canción “Aita Gurea” delante de la lápida con los nombres de los fallecidos en la segunda guerra mundial y el patio del Árbol de la Vida. Los numerosos aplausos de las personas que estaban allí pusieron el broche final.

Que mejor final…

El vuelo de regreso estuvo marcado por los nervios de última hora, en descargar el código QR que exigían en Loiu, para entrar en Euskadi. Entre vuelo y vuelo con ayuda mutua y colaboración algunos lo consiguieron, otros, con un impreso a la llegada para rellenar, solucionó el pequeño inconveniente. Y por fin, agradecidos y contentos, llegamos de nuevo a casa.

Una gira entrañable, emocionante, divertida y que siempre, seguro… recordaremos.

En estos enlaces podéis ver la grabación del concierto.

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